Lineas

Es dificil intentar volver a las cosas, a los recuerdos de las cosas vividas y no vividas, a esos momentos auto generados por nuestros deseos, y cuando lo intentamos, por algun extraño motivo, creemos que todo siguio allí, quieto, esperando por nosotros.

 

Joaquin caminaba lentamente por una calle, de esas poco transitadas, de esas que tanto le gustaban, mientras tanto iba dibujandose lentamente en los reflejos de los vidrios y en los sonidos perdidos que provenian de las calles adyacentes. A lo lejos diviso varias silutas que caminaban de forma mas rapida, mas alegre, como impulsados por ese algo maravilloso que solia impulsar sus propias caminatas en sus años de juventud, lentamente empezo a recordar aquellos antiguos viajes, aquellas expediciones urbanas de la mano de sus amigos y uno que otro desconocido.

 

Volvio en si y noto que aquellas siluetas habian desaparecido y que la suya propia se encontraba ahora mezclada con la de la multitud, se dio cuenta que habia abandonado, inconscientemente, esas calles poco transtidas complices y se encontraba en medio de voces, ruidos, luces y escencias propias de calles famosas, calles que nadie, o casi nadie, desea evitar.

 

Intento volver pero no lo logró, entonces dibujo mentalmente un posible recorrido, en el que tuviera el minimo de interaacion con el entorno que no le agradaba; siguio caminando, siguio pensando y murmurando, siguio a la par de tantos otros transeuntes, como mimetizado pero ala ez siendo tan ajeno.

 

Subitamente decidio entrar a un café, muy pequeño, con una atmosfera acogedora, según se podia divisar desde la misma entrada, busco una mesa que obviamente estuviera alejada de la multitud inexistente que hacia paradas en su camino para sentarse reposar y tomar un café.

 

Fue incomodo acomodarse, mucho era el tiempo que habia transcurrido desde la ultima vez que habia estado en un lugar asi; intento no parecer extraño hasta el punto de casi lograrlo. Pocos instantes despues una mesonera se acerco y de forma gentil le ofrecio unas palabras de saludo y el menu. Él declino el menu y el saludo y de forma osca pidiendo un café y la mesonera de la misma forma gentil se retiro.

 

Un par de minutos despues el café se encontraba en la mesa, junto a sus lentes y un libro de viaje maltrecho, él permanecia con los ojos cerrados y cansados y con sus manos inquietas como intentando agarrar algo de eso solido que termina desvaneciendose en el aire, pero sin resultado alguno.

 

El café estaba fuerte, sabia a café, y eso le agradaba, pensaba para sus adentros que era dificil encontrar un café que supiera realmente a café en esos dias, despues de un par de sorbos y acompañdo de un cigarrillo que se quemaba lentamente se empezo a sentir mejor, empezo a verse menos extraño y empezo a recrear aquellas viejas conversaciones de café acompañado de aquella mujer que lo perseguia desde siempre, de cuyo recuerdo no se habia podido reponer.

 

Y de nuevo empezaban las voces y las palabras en la cabeza y la musica se iba albergando en el corazon y de la mano de todo eso su corazon se empezaba a resquebrajar y la tristeza volvia imperante y audaz.

 

Termino el café y tomo sus cosas de forma torpe y salio aun mas torpemente a la calle, caminando sin rumbo fijo, deambulando y solo con el recuerdo de ella[...]

 

 

HISTORIA INCONCLUSA (No sé que mas escribir o tal vez no quiero escribir mas)