Recuerdo someramente ese primer momento, acababa de bajar del avión y hacia tan solo unos instantes me habían mirado de arriba abajo en migración por llevar a cuestas mi pasaporte colombiano. Una infinidad, aparece lentamente mi equipaje y me enrutaba frente a una nueva experiencia de vida.
El invierno era espantoso, era la primera vez en mucho tiempo que sentía realmente frió y me pareció agradable, el taxi, las primeras conversaciones mas articuladas en un idioma ajeno, muchos interrogantes y esa sensación de no ser nadie.
Era la primera vez que viajaba por cuestiones medicas, estaba realmente muy venido a menos, ya no era el mismo de esos tiempos en los que tenia 20 años, mi cuerpo ya me pesaba y tan lejos de casa con un compendio de documentos médicos y un escueto papel en el que había garabateado la dirección de mi próximo arribo.
Desde hacia algunos años me había empezado a enfrentar a esos posibles escenarios que enmarcarían el comienzo del fin de una existencia que mal que bien siempre fue algo apaciaguable.
Finalmente arribe al Hospicio, en el que mis últimos días de vida se escribirían. La sensación es rara, allí desde el momento en el que haces el check in, sabes que nunca vas a salir de la misma forma en la que entraste; te miran y te ven sin esa compasión que te ha acompañado en los últimos meses, ahora sabes que has madurado y que esperas aquel momento en el que tus ilusiones se vayan contigo a un lugar mejor, o tal vez peor.
Poco a poco te empiezas a relacionar con la gente, con los únicos acompañantes que tendrás en esos últimos meses, y ahora relacionarte con los demás ha dejado de ser problema, sabes que no hay espacio para encariñarte con nadie, sabes que en el momento menos pensado entraran a la habitación contigua a tratar de reanimar a tu nuevo amigo, pero ya nada surtirá efecto. Y así lo veras salir o te verán salir sin que nunca se hubieran podido decir ese somero adiós.
Y de a pocos vas dándote cuenta que tal vez serás el próximo y eso te reconforta, por momentos el dolor es insoportable y deseas acabar con todo, caminas horas y horas por tu habitación y deambulas en la madrugada por los pasillos, y piensas, en esas tantas cosas que quedaron en el tintero y te sientas en el frió piso a llorar; sabiendo que ya no habrán consuelos.
Así transcurren los días y el invierno empieza a decir adiós y ahora viene la primavera y después el verano y el otoño y de nuevo el invierno, que probablemente no vas a alcanzar a ver, pero en el fondo no importa.
Hay días en los que te levantas con esa lejana vitalidad y deseas salir a recorrer el mundo entero, y lo haces, recorres lo que ahora es tu mundo, y te sientes mejor, te sientes un poco mas preparado; por momentos desearías volver a hablar con alguien de tus antiguos conocidos, pero ya a nadie le importas y eso es mejor.
Y finalmente día tras día ves pasar frente a ti a los custodios de la muerte, esperando que tal vez muy pronto se posen frente a tu habitación, toquen cortésmente la puerta, entren y se sienten junto a tu cama permitiéndote esa ultima conversación en la que ya no buscaras respuestas; y de repente y sin mas aviso decidirás irte con ellos.
Mientras tanto sigues pendiente de las cosas que pasan al otro lado del cristal de tu ventana y sabes que ya no podrás estar de ese lado nunca más.
"I had such a good time at the hospice. I am going to miss it.
I don't know how long I'll be around, but I do think I won't be in a hospice this summer. If nothing else, I made an awful lot of people happy.
Dying isn't hard. Getting paid by Medicaid is"
Having the Time Of My Life – Art Buchwald
9 Comments:
gracias. este post me vino de perlas.
Letrografiado polifonicamente por: Unknown, at 6:57 PM
Era ella... tantos años rogando, anhelando, deseando verla con todas las fuerzas de mi corazon, y esa noche cuando por fin me revelo su verdadero rostro tuve miedo, pero no lo dude supe que me iria con ella siempre supe que terminaria en sus brazos, ya en el pasado habiamos coqueteado en largas y eternas noches, pero ella desaparecia en el amanecer al igual que mi deseo de irme con ella... esta noche era diferente a dos centimetros de mi rostro veia mis ojos reflejarse en sus ojos y vi en ellos la seguridad que nunca tuve en la vida.. cerre los ojos la tome de la mano y entonces lo supe ella era mi libertad... no mas dudas, no mas tiempo, no mas preguntas, era hora de ir a pasear con mi muerte.
Letrografiado polifonicamente por: Mr Brightside, at 1:56 AM
Siempre he tratado de huir de ese pasado que me trastorna o por lo menos de no recordarlo con resentimiento.... pero siemrpe terminare regresando a él bscando un trozo de algo que se me extravio en el camino,,, regresando por recuerdos o por pequeñas cosas... pero siempre tendre el mismo miedo de regresar, no se a donde, si a a mi pasado o a mi presente, pero de todas formas, regresar... porque siempre existe un donde en algun lugar. Lucía < se me daño el blog :( >
Letrografiado polifonicamente por: Anonymous, at 11:37 AM
Historias de una muerte sentenciada que nos llega todos,y pensando una cosa y al otra todos los dias se muere sin conpansión y se pierde celeula a celula monmentos en la existencia aunque cruda y fria es la realidad a todos y cada uno de los seres vivos nos llega la hora.
nata.cm
Letrografiado polifonicamente por: Anonymous, at 2:36 PM
Historias de una muerte sentenciada que nos llega todos,y pensando una cosa y al otra todos los dias se muere sin conpansión y se pierde celeula a celula monmentos en la existencia aunque cruda y fria es la realidad a todos y cada uno de los seres vivos nos llega la hora.
nata.cm
Letrografiado polifonicamente por: Anonymous, at 2:37 PM
Oiga hermano, severo blog.
Un saludo.
Letrografiado polifonicamente por: Mr. White, at 4:51 PM
Me llegó al alma esto: "...y piensas en esas tantas cosas que quedaron en el tintero y te sientas en el frió piso a llorar, sabiendo que ya no habrán consuelos". Saludo cordial, Mao.
(Lectura en restrospectiva, del 28 de enero del 2007)
Letrografiado polifonicamente por: Astrolabio-jsa, at 1:10 PM
se me erizó la piel con este texto Mao..tan cercanamente esa posibilidad para cada uno de nosotros-
Un abrazo y que maravilla volver a leerte.
Letrografiado polifonicamente por: Memoria de HUMO, at 10:57 PM
una oda mortuoria, una retrospectiva perfecta del sentimiento trágico y los días agónicos que preceden a la majestuosa señora del velo blanco y celosa de la vida. Es interesante como el descripcionismo llena los espacios imaginarios que deja el texto con cada palabra que toca un lugar para muchos conocidos, y que sobretodo se nos muestra en ese gran preámbulo a una ultima existencia, pero a la vez el soplo de vida, ese instante oportuno que se convierte en el más grande, ese instante que nos dice que hemos vivido y estamos frente al final... Me sorprende gratamente maito eres un escritor muy interesante, cuídate y sigue escribiendo, muchos abrazos Beyman...
Letrografiado polifonicamente por: beyman, at 11:39 PM
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