Autocarta Amarilla (Advertencia: esta escrita con letras verdes)

Lo malo no es estar muy enfermo, lo malo es saber que a causa de esa enfermedad vas a morir muy dolorosamente en un par de años, tal vez si te va bien pueden ser dos pares de años, pero no es como para hacerse muchas expectativas; de todas formas sabes que eso de las expectativas nunca ha sido tu fuerte y lo de esperar por mas años pues no hace parte de la agenda, formalmente hablando.

 

Mal que bien ya le has robado al tiempo veintitantos años, muchos mas de los que deberías haber vivido si tu mama no hubiera tenido tantos inconvenientes. En realidad bajo un escenario perfecto no deberías haber nacido; tu camino en esto que los demás llaman vida empezó gracias a dos abortos, que ya es mucha (des)gracia y que quien sabe por que ocurrieron, lo demás pues es historia sin sentido (o vida sin sentido?).

 

Finalmente terminaste naciendo como una concreción de expectativas y sueños de tus papas, expectativas que en peso fueron casi cuatro kilos, lo cual deja muy claro que desde que naciste fuiste un pesado, todos lo sabemos.

 

Los primeros años, creo que fueron de lo mas normal, incidentes entre tu cuerpo y la gravedad (razón por la cual casi no te puedes levantar y siempre terminabas de nuevo en el piso), incidentes de comunicación (por cuanto no podías hablar), incidentes con payasos, incidentes con tu desnudez y la de las otras personas (mas que todo de las otras personas con tu desnudez), incidentes de zoológico, incidentes con bravucones, con tu profesora del jardín, que por culpa de esa maldita todavía cargas sendos problemas de autoestima, incidentes con tu lonchera y tu hermano que se comía tus onces, incidentes con tus compañeros de colegio, incidentes con las niñas, incidentes con tus profesores, incidentes contigo mismo, incidentes con absolutamente toda la sociedad, ah y también incidentes de comunicación –ya lo había dicho??- pero ahora si podías hablar, pero todo dentro del marco de la normalidad, mas normal de lo que es lo normal.

 

Con el paso de los años esa normalidad se quedo en lo normal y tu vida se quedo siendo tu vida pero ahora desde la anormalidad, siguió con los múltiples incidentes y con muchísimos otros más, y ahora encontrabas esa forma de hacer que las cosas fueran especiales (o lo intentabas), intentaste ya fuera temprano o muy tarde empezar a hacer que las cosas se movieran según las leyes que tu micromundo cerebral creaba a cada segundo, tus neurotransmisores se la pasaban en unas orgías tan entretenidas y esa era la verdadera razón para que salieras con lo que salías comúnmente; fuiste de esas personas que logro que sus piernas nunca lograran asimilar la música de una forma correcta y así nunca fuiste buen bailarín, eras de las personas que no sentía la música, pero si la podías saborear, las palabras te traian sensaciones y los olores venían con el paquete de sabores, podías hablar (y en voz alta) durante horas seguidas y en idiomas completamente únicos (obviamente incomprendidos e inexistentes) con tu otro yo durante los viajes de buseta, fantaseabas casi siempre mientras que no estuvieras parpadeando y lo mejor del caso es que no sé como hacías para lidiar con todo eso y que el resto de la sociedad no se diera cuenta que tu no eras como todos los demás.

 

Pero en ese transito no podemos olvidar que nunca pudiste dar ese beso en el que la niña sube una de sus piernas mientras la besas apasionadamente, nunca dijiste la típica frase "no, esto no es lo que parece", nunca utilizaste tarjetas prepago de nada, nunca fuiste ni demasiado alcohólico ni demasiado sobrio, nunca fuiste a un día de descuentos de 20% en carnes en Carulla (pero creo que fue por que no te gusta la carne), nunca te liaste a puños con ningún imbecil (con nadie para hacer honor a la verdad), nunca fuiste a un clásico en el campin, nunca le pediste a nadie matrimonio, nunca dejaste a nadie esperándote en el altar (siendo consecuente con lo anterior), nunca robaste un banco disfrazado de telu-tubi (siendo bien autóctono para escribirlo), nunca le disparaste a Barney el dinosaurio, nunca te ganaste la vida haciendo pornografía (ni en pelis ni en fotos), nunca te ganaste la vida como predicador de iglesia, nunca te intereso el dinero, nunca podrás ver a tu hija cuando cumpla 20, de hecho nunca la podrás ver ni siquiera cuando cumpla 10, nunca dejaste de ser ese estupido inocente-incoherente, nunca tuviste una cita con una persona que fuera de vestido rojo de pepitas, nunca tuviste a esa persona que fuera "el amor de tu vida" (o por lo menos no que yo supiera) , nunca, nunca, nunca, nunca, nunca, nunca, nunca, nunca… a la mierda con esas cosas y con esa puta palabra tan mediocre (que pena por eso ultimo pero salió desde el corazón).

 

Por que por mas cosas que no hayas hecho o que no vayas a poder hacer, lo mas importante es que nunca (que triste, la tuve que volver a utilizar) dejaste de se tu, así como eras, así, sencillamente (aunque sabemos que nunca fuiste sencillo ni en tu forma ni en tu estilo) tu.

 

Siempre caminaste esta vaina llamada vida de forma diferente a como la caminaron, la caminan y la caminaran los demás (aunque algunas veces sumercé medio majadero y todo, gateaba y otras veces corría, pero era solo por querer mostrar las cosas como las veías), fuiste de esas personas que siempre (pero muy a tu forma) estuviste enamorado, aunque nunca supiste (ni nadie supo, para ser honestos) de qué o de quien, tuviste esa capacidad para escribir guevonadas medio agradables a la vista y a los oídos, de vez en cuando se te podían entender las cosas que intentabas expresar ya fueran estas escritas, habladas, o de vez en cuando graficas, por que por ahí decían que de cuando en vez (para no ser muy repetitivo con la frase "de vez en cuando", aunque en realidad es lo mismo y estoy como corto de opciones gramaticales en este momento) lo lograbas con la cámara, creo que ese aparato si te funciono de vez en cuando (otra vez) como esa ventana hacia tu alma (noooooo… eso es pura cursilería triste) –pero tu no tenias, o no creías tener- razón por la cual el aparato servia era para que nos mostraras como veías nuestro mundo en espacios muy reducidos de tiempo.

 

Fuiste de esos que siempre supo que todo afuera fue tan reducido y que siempre quisiste verlo o mas grande o no querías ver nada, cuestión de método, definitivamente; y así te moviste por este vagón de recuerdos, vivencias, visiones, lagrimas, sonrisas, abrazos, besos, colores, olores, sabores, ojos, brazos, piernas, corazones, intestinos, ojos ajenos, podredumbre, ilusiones, guerra, muerte, buenos vinos, malos vinos, escritores mediocres, lectores mediocres, escritores muy normales, lectores incomprendidos, compositores, cantantes, luces, alfombras rojas, cámaras, flashes y poses… si, tantas de esas que nunca te agradaron pero que supiste manejar y que de a pocos con otras cositas iban construyendo el mundo, iban malformando las vidas, iban jodiendote la vida, iban causándote dolores.

 

Y ahora no deja de sorprenderme esa forma en la que te sigues tocando tu rodilla izquierda y te lamentas por el malestar, más aun cuando sabes que eso no significa nada, más aun cuando sabes que ya pronto van a hacer que nos dejes. Creo que te lo tomaste (y te lo comiste –solo en caso de ser posible-) de esa forma especial como sabes tomarte (y comerte –solo en caso de ser posible-) todas las cosas; son esas las cosas que no logro entender, son esas cosas como tu adicción de veintitantos años que me dejan perplejo, cosas como esos miedos estupidos y esas reacciones (carentes de alguna acción motivadora, por mas incoherente que suene) hilarantes las que me harán falta, esas lagrimas de cada n mil años, esas depresiones de cinco minutos a 1 año que dependían del clima en Nepal (o algo así), esos comentarios pasados o sin sentido pero que te dejaban ver, esas cosas que mostraban que si tenias esencia, que mostraban que si eras persona, esos cúmulos de cosas que ya no estarán más…

 

Y no es que nos vayamos a lamentar por que te vayas, por cuanto tu mismo has dicho que de todas formas todos nos vamos a tener que ir en algún momento y para algún lado, que eso es de lo mas "normal", pero si creo que nos vamos (o yo por lo menos) a lamentar por ver tantas situaciones en las cuales no vamos a tener tu comentario mordaz, tu expresión de profunda indignación mediática, tu ceño fruncido no de pensar en una solución sino en una causa que no fuera tan (o algunas veces aun más) estupida para que pasaran tantas guevonadas por estos lados, tu gélida expresión de victoria (aunque no fueron muchas de esas y me refiero a las victorias por que para ser gélido eras un campeón), tus risas estupidas y sin sentido, tus letras hilarantes y sin sentido, tus diálogos de borrachera (carentes de sentido obviamente), las cosas que hacías cuando estabas tomado, tus apreciaciones erradas, incongruentes –y sin sentido- sobre personas y cosas que conocías de siempre, las situaciones de 100% improvisación (para la construcción de vida) en las que te preguntaban que si estabas drogado o que?, tu capacidad para decir cosas no tan veraces pero tan creíbles, tu incapacidad para afrontar algunas (muchas) situaciones, tu falta de criterio y de postura, tu incapacidad para llevarle la contraria a tus seres queridos, tu incapacidad para ser mas tu y menos tu de vez en cuando, tu falta de carácter para llorar y reír justo en los momentos que tenias que hacerlo y tantas otras cosas de esas sin sentido que ha bien sabias hacer tan peculiarmente.

 

Pero para serte sincero, quizás no eche de menos nada de eso, por que nunca pretenderé que sigas allí conmigo una vez te hayas ido, sé que por lo menos siempre intentaste ser consecuente entre lo que fantaseabas los días festivos y lo que no hacías y es por esa vía -pero a la inversa- que así como decidiste que te vas a dejar ir, pues espero que con el tiempo no vuelvas a ponernos patas arriba nuestras vidas, recuerda que una vez muerto ya no podrás volver a verme o hablarme, o a verlos o a hablarles, y yo sé que tu lo sabes.

 

Y creo que eso fue todo, eso y nada más.

 

Definitivamente hiciste tan pocas cosas en tu vida, pero las hiciste con tanta pasión…

 

…y creo que eso es lo que realmente importó.

 

Así, desde esa cercanía que si se puede notar pero que a veces no se hecha de menos o de mas, me despido (por que de pronto no puedo hacerlo personalmente); espero que cuando te obliguen a irte a dormir sueñes con nosotros, esperando que a la vuelta del sueño puedas despertar.

 

Atentamente,

 

Uno de tus otros "yo"

 

PS - Ahh, por cierto, un par de preguntas (solo en caso de que puedas responderlas, o sino pues pides ayuda):

 

1 - ¿Sabes cuantas horas hombre de trabajo tiene una moneda de 500 pesos… falsa?

3 - Podrá amar uno sin dolor? (o viceversa)

8 – Por que en el colegio nos enseñaron tantas matemáticas de esas "avanzadas", si en realidad casi nunca las utilizamos (hablo solo desde nuestro diario vivir)?

5 – Por que en el colegio nunca nos preguntaron en vez de que quiere salir a estudiar, algo así como: estas seguro que te vas a encargar de vivir haciendo las cosas que quieres para estar contento? Personalmente a mi nunca me lo preguntaron, nunca me dieron la oportunidad para decir que quería hacer cosas que permitieran revolucionarnos desde la cama, desde el piso, desde cualquier lugar en el que pueda estar acostado soñando, mientras pienso en amar, mientras pienso en la vida tal y como debería ser.

6 – Por que nunca logramos escribir cosas puntuales?

7 – si en realidad hay algo que no me importa para nada en la vida, en vez de decir que no me importa podré decir que eso me exporta?

12 – en fin, time to sleep…

 

Lamento haber utilizado tantas vocales y consonantes en estas hojas para decir tal vez nada.