Wednesday, May 09, 2007

Color primo No. 59 - Red Balloons

Realmente no recuerdo muy bien las cosas, ni la situación como tal, yo creo que es por que estaba muy pequeño, pero de todas formas el estar pequeño creo que es el factor preponderante para que uno sienta fascinación instantánea con los globos. De los episodios que recuerdo, tal vez de los que esta mas nítido, es uno en el que en un parque de diversiones (que perfectamente pudo haber sido el salitre con todo y lo feo que era, por que creo que era el único parque de "diversiones" que había en la ciudad para esa época) me enamore a primera vista de un globo rojo, común y corriente, después de la pataleta de rigor (que para ser honestos, no fue mucha) mi papa tuvo a bien comprarme el globo y me lo coloco en la muñeca derecha, y creanme que la maravillación (en caso de que esa palabra exista) mía fue única, corría y daba vueltas -sobre mi propio eje- y observaba el dichoso globo rojo, y es que esa vaina de la antigravedad (aún cuando uno a esa edad no tiene ni idea de que existe un concepto fundamental que se llama Gravedad) lo dejaba estupefacto a uno; aun así con mis cuatro años encima y con mi globo rojo que flotaba y se dejaba llevar por el aire, me sentía superior, me sentía muy contento, tan contento y superior que miraba y recordaba con desden las simples "bombas" que se la pasaban arrastrándose por el piso y los niños que jugaban con ellas, mientras que yo tenia la vista fija al cielo intentando pensar en los múltiples destinos que visitaría con mi globo rojo.

El todo es que la diversión, eso de estar contento y superior no duro, después de la jornada en el parque de diversiones y el resto de cosas que hice a lo largo de ese día (cosas que no recuerdo), llegue a la casa y con el mayor cuidado del mundo amarre mi globo a la cama y me acosté a dormir. Al día siguiente cual seria el cuadro tan aterrador cuando al despertarme y buscar el globo que debería estar regodeandose en el aire, lo encuentro allí, en el piso, como cualquier "bomba" mas.

Y es que esas son las cosas tristes de la niñez, ver como tanta felicidad que se construye a partir de tonterías se va de un momento a otro, pero creo que no es solo en la niñez, tal vez -y muy probablemente- eso pasa a lo largo de la vida, y es que ocurre lo mismo por ejemplo con las relaciones de pareja, en un principio todo esta tan bien, es tan bonito, asta todo tan en el aire poético y después de un tiempo suas!, no hay nada.

Tal vez creo que es por eso que decidí -inconscientemente- que nunca más iba a tener globos y que las relaciones de pareja no son globos, aunque se asemejen mucho a ellos, creo.

** De fondo la radiola deja que yo escuche: 99 Red Balloons de Goldfinger. (obviamente)

3 Comments:

  • Bonito post Ex Mr Morrison....
    Buena conclusión aquella, las relaciones a veces son mas ordinarias que lo que queremos creer.

    Un abrazito Srto.

    Letrografiado polifonicamente por: Anonymous Anonymous, at 3:47 PM  

  • me gusta la versión de goldfinguer pero la de nena tiene una tristeza que me encanta. Pese a que se desinflen y pierdan su especialidad vale la pena encontrarse el amor y los globos rojos. No deja uno de maravillarse.
    Un abrazo
    Carlos

    Letrografiado polifonicamente por: Blogger Memoria de HUMO, at 10:59 PM  

  • Hummm... a mi de todas formas me gusta la emoción que significa un globo rojo en una relación, aunque luego el desencanto venga con toda su furia y nos atropelle... esos instantes de "todo es perfecto" son cosas que quedan para siempre aunque duren un segundo... súper en la buena tu blog en general, y este post que particularmente me cae, en el día de hoy...

    Letrografiado polifonicamente por: Blogger P., at 6:52 PM  

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