Reflexion sostenida -en tres personas-
Debido a múltiples cosas la noche del viernes no fue de vodka y desde allí se empezó a ver la vida ruidosa encantadora, fría, mixturizada.
Se hicieron llamadas indebidas, con mensajes indebidos, con sentimientos indebidos, tanto de mí y tan lejos, tanto para los demás y tan lejos, tanto para seguir guardando y como si no pasara nada.
Y así, la noche fría se entremezclo con tantas cosas, con luces furtivas, con destellos, con sonidos, con divagaciones, con profundas ganas de dormir, y así, y de repente era de mañana, y el mundo entero parecía seguir estando de viaje y tu tan perdido.
Y ya cuando despuntaban nuevas cosas, sucumbiste y la vida se inmaterializo en varias llamadas y de nuevo en sobras y agua de lluvia y así, sin más caminabas altivamente con tu sombrero, tu mirada perdida y aquellas rosas en la mano. Y encontraste tu destino, y dormiste, y el mundo se detuvo.
Y ahora te despiertas y vives en otro mundo y vives otras cosas, vives otros tiempos en lo que una vez mas te das cuenta que no hay destino. Y eso es lo único que te agrada.
Y sin más, sigues viviendo, sin pensar solo en la sobrevivencia, dando vueltas en un mundo que esta de paseo, colocando lo mejor de ti, para esperar a que llegue la noche y duermas y que tal vez a la vuelta de unos años vuelvas al lugar del cual nunca debiste haber partido.
Se hicieron llamadas indebidas, con mensajes indebidos, con sentimientos indebidos, tanto de mí y tan lejos, tanto para los demás y tan lejos, tanto para seguir guardando y como si no pasara nada.
Y así, la noche fría se entremezclo con tantas cosas, con luces furtivas, con destellos, con sonidos, con divagaciones, con profundas ganas de dormir, y así, y de repente era de mañana, y el mundo entero parecía seguir estando de viaje y tu tan perdido.
Y ya cuando despuntaban nuevas cosas, sucumbiste y la vida se inmaterializo en varias llamadas y de nuevo en sobras y agua de lluvia y así, sin más caminabas altivamente con tu sombrero, tu mirada perdida y aquellas rosas en la mano. Y encontraste tu destino, y dormiste, y el mundo se detuvo.
Y ahora te despiertas y vives en otro mundo y vives otras cosas, vives otros tiempos en lo que una vez mas te das cuenta que no hay destino. Y eso es lo único que te agrada.
Y sin más, sigues viviendo, sin pensar solo en la sobrevivencia, dando vueltas en un mundo que esta de paseo, colocando lo mejor de ti, para esperar a que llegue la noche y duermas y que tal vez a la vuelta de unos años vuelvas al lugar del cual nunca debiste haber partido.
1 Comments:
Excelente texto. Resultó mejor que no fuiste de vodkas. Muy optimista lo que escribiste, por lo que me gustó. "Una vez más te das cuenta que no hay destino. Y eso es lo único que te agrada".
Cordial saludo.
Letrografiado polifonicamente por: Anonymous, at 11:05 AM
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