Mental Institutions are not funny
Entrar caminando normalmente, empezar a ver esas estructuras como tan calmadas, tan blancas, parece que el tiempo por ahí no pasara, todo tan callado, tan iluminado pero tan poco visible. Entras como si fuera un hotel, recepción, check-in, y empiezas a caminar por esos altos pasillos que te hacen sentir tanto frió, empiezas a ver gente a cada lado, un par de enfermeras, una sala de espera, cruzas un par de palabras, entras a tu valoración; conversación de 1 hora, hablas de casi todas esas cosas raras que te han venido marcando, recuerdas esos episodios de niñez que todavía llevas encima.
Te sientes intimidado, la sensación de indefensión y miedo sigue en el estomago, ahora todo esta embargado por una profunda tristeza, por melancolías, discusiones sin sentido, expresión de profundo dolor en los ojos de las personas que te vas encontrando por los pasillos, te dicen cosas pero tu intentas no detenerte a mirarlos y escucharlos fijamente, sigues caminando, recuerdas los momentos de tantas conversaciones, hay tantos sentimientos mezclados, solo atinas a colocar algo de música en tu cabeza y lentamente te diriges a tu nueva habitación.
Y todo se vuelve aún más blanco y callado, mucha calma tensa, el tiempo inmóvil y tu pensando que pronto saldrás.
1 Comments:
Conmovedor relato, no quisiera estar allí. Hace unos meses estuve en una clínica de Medellín, por, fueron 4 días y me amañé por el trato, atención y lo 5 Estrellas del sitio, pero al final, quería estar en mi apto. Es lo máximo.
Un abrazo cálido para acariciar tu alma!
Letrografiado polifonicamente por: Anonymous, at 9:39 PM
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